Aurora Coronada

Multitudinaria resultó la procesión de regreso de María Santísima de la Aurora desde la Catedral hasta el templo de San Miguel Bajo, donde entraba el palio ya adentrada la madrugada del lunes. En el recorrido quedaron momentos de gran emoción como la visita a la Patrona de Granada, la Virgen de las Angustias, o el paso ante la iglesia de San Matías.

María Santísima de la Aurora Coronada regresó a su barrio. Lo hizo rodeada de miles de personas que llenaron las calles de la ciudad y arropada por representaciones de la mayoría de las cofradías de Granada.A las siete menos veinte de la tarde salía el paso de palio de la Catedral entre los gritos de "Aurora, guapa, guapa, guapa" que le lanzaban a la Virgen albaicinera. El extenso cortejo salió de la Catedral a las seis de la tarde, y antes de llegar al Albaicín se acercó hasta la iglesia de la Patrona, la Virgen de las Angustias. Allí se vivieron momentos de gran emoción, con la dolorosa albaicinera detenida ante las puertas abiertas de la Basílica. Una gran petalada, lanzada por los Grupos Jóvenes de la Lanzada y Triunfo desde los balcones del templo patronal, despidió a la Aurora, que tuvo que ir por uno de los laterales de la calle al econtrarse la calle central del paseo ocupada por los puestos de la Feria del Libro.

En su discurrir por las calles del centro de la ciudad se vivieron otros muchos momentos emotivos. Es el caso de la llegada del palio blanco a la iglesia de San Matías. Allí la hermandad de Paciencia y Penas había sacado, bellamente vestida, a su titular mariana a las mismas puertas del templo. La calle estaba engalanada, y el paso por delante de la iglesia imperial fue especialmente emotivo para las cofradías de las Penas y Aurora. También la Virgen de la Merced se presentaba bajo dintel de la puerta de las Carmelitas Descalzas, donde una representación de la cofradía del Nazareno recibía al palio de la Aurora. En la engalanada calle San Matías no faltaron otros momentos especiales como el canto de una plegaria por parte del Coro de la Archicofradía de María Auxiliadora. También en la Carrera de la Virgen le cantó el coro rociero de la Hermandad del Rocío de Las Gabias. Bastantes hermanos llenaron las filas del cortejo procesional, acompañando a la dolorosa hasta el templo de San Miguel Bajo, donde se recogía el palio ya entrada la madrugada.